UN DIA MÉS, AMB UN BLOG NOU

Avui 146 dies després, l'hi dediquem un nou blog. Ens fa il.lusió fer-ho amb un escrit d' algú molt especial per en Marc.

SIEMPRE CONTIGO

Los pequeños y más inhóspitos sentimientos no te hacen grande, te hacen enorme.

“¡No me dejes!” – exclamó

“Por favor” – rogó – “nos quedan muchos momentos para convertir en recuerdos.”

Porque al dejarme la vida no es lo mismo, el aire no es nunca aire, el alimento no alimenta, las dulces mañanas pierden su luz, mis minutos quedan sin segundos, los días se llenan de miles de horas, las noches pierden sus estrellas y mi calendario no encuentra sus fechas, ni las más especiales…

“¡No me dejes!” – exclamó – “Aún tenemos un montón de sueños para hacer realidad… Juntos.”

Porque si nos alejamos faltarán tus huellas por mi camino, la luz de tus ojos ya no iluminará mi oscura soledad y en mi jardín, las flores no florecerán.

“Por favor” – rogó.

Y es que si te vas mi vida perderá el sentido, la canción su música, el arco iris su color, la felicidad carecerá de propia alegría y el frío agosto de tu calor.

“¡No me dejes!” – exclamó.

“Por favor” – rogó.

Ya que si te marchas no tendré lugar donde buscarte, ni medida para conocer la distancia que nos separa, ni dimensión en el espacio.

Me quedaré contemplando un cielo sin estrellas repleto de angustia y dolor.

“¡No me dejes!” – exclamó.

Que si me dejas la tierra tragará el océano, ahogándome en tu abandono y mi vida sucumbirá ante lo terrible; tu partida sin retorno.

¿Cómo voy a enfrentarme a no verte?

¿Cómo voy a saber qué hacer…sola…?

Sola, así me siento sin ti. Aunque el mundo no comprenda, aunque el mundo esté en contra, aunque nada vaya a seguir igual.

¡No me obligues a vivir de esta forma!

“¡No me dejes!” – exclamó.

Lo diría una y otra vez porque me gustaría, no, te necesito a mi lado para decirte cuanto te quiero. ¡Qué tontería! Decirte… Por mucho que quisiera no podría, esto supera las palabras, supera lo que nos han enseñado, me supera a mí y a todo.

“Por favor”- rogó.

Escóndete detrás de mí, donde Dios no pueda verte y llevarte lejos. Haría lo que sea, daría lo que fuera por un segundo más aquí, junto a ti.

¡Por lo que más quieran! Que no nos separen. Si lo hacen ya no seré la misma y, triste y desolada, sin saber enfrentarlo, quedaré enterrada en el vacío de una vida absurda, sin querer salir.

“Tranquila, no te dejaré. Me quedaré toda la eternidad. Al levantarte, madrugaré contigo; al comer, saborearé contigo; al trabajar, te daré fuerzas para acabar antes; al dormir, velaré tus sueños y todos y cada día mío se convertirá en el tuyo. Creceremos juntos pero separados, ligeramente.” – confesó.

No te vayas que el sol ya no me alumbra, su fuego ya no quema y el cielo cambió su azul por un amargo matiz gris.

…la mañana de invierno que decidiste partir…

“¿Me lo prometes?” - preguntó temblorosa.

“No, te lo juro” – afirmó – “siempre lo dije y nunca te mentiría.”

“Gracias” – la palabra que me enseñaste a utilizar.

Gracias por hacerme tan feliz, gracias por mostrarme otro mundo y convertirme en otra persona, gracias por ayudarme a llegar tan lejos pero, por encima de cualquier cosa, gracias por demostrarme el valor de un te quiero y hacer de mi vida un cuento de hadas…Aunque pierda al príncipe…

Te lo debo todo a ti porque tú hiciste que mi historia tuviera un final, algo que no pude ni imaginar.

“Estaremos siempre juntos.” – dijeron al unísono.

Por mucho que ocurra, por mucho tiempo que pase, me quedan muchas cosas que vivir

…junto a ti…